Futbolista de 18 años, C. F. Mutxamel. A principio de temporada pasó de Fútbol Sala a Fútbol 11.
La primera vez que Nadal acude a mi consulta llega “desesperado” por un dolor en la rodilla izquierda habiendo recurrido a fisioterapia con anterioridad sin observar mejoría y con diagnósticos médicos diferentes: esguince por una parte y condromalacia rotuliana por otra.
Me explica que lo primero que ocurrió fue oír un “clac” en un apoyo durante un entrenamiento en noviembre y que lleva arrastrando la lesión desde entonces. Descansó tres meses e intentó acelerar la recuperación con la ayuda del fisioterapeuta del equipo. Sin embargo al volver al campo sentía molestias e inestabilidad y apareció un pequeño derrama sinovial que al día de hoy persiste aunque no entrene.
En primer lugar, salta a la vista, que la transición de un tipo de fútbol al otro puede tener algo que ver en la primera lesión.
Por una parte por el cambio de terreno y el tipo de apoyo en el suelo. Por otra por el esfuerzo en sí mismo donde tanto las distancias a recorrer, el tipo de fibras musculares reclutadas, el sistema energético, las cualidades técnicas, tácticas y físicas difieren. A tener en cuenta para hacer una pretemporada que permita las adaptaciones fisiológicas y proprioceptivas adecuadas.
Mi primera impresión sobre Nadal es que se siente frustrado por no hacer lo que más le gusta: entrenar fuerte y jugar partidos. A pesar de su juventud tiene muy claro cuáles son sus prioridades y objetivos en este momento de su vida. El fútbol y los estudios pasan delante de otras actividades de su edad como salir de marcha, y cuando lo hace no bebe ni trasnocha. Aspira a más en este deporte y quiere volver lo antes posible al entrenamiento.
Otro punto clave para mí y para orientar el tratamiento es que a pesar de sus prisas para volver al equipo confiesa en un momento de la sesión que le gustaba mucho y se sentía más seguro en futbol sala, y que en la formalidad de éste es donde más disfruta.
Es hora por lo tanto de ver y escuchar la versión que su cuerpo me cuenta.